QUINTANAR DE LA ORDEN RINDIÓ AYER HOMENAJE A MIGUEL ANGEL BLANCO
El alcalde, Juan Carlos Navalón y concejales tanto del equipo de Gobierno como del grupo municipal popular, han presidido el acto que se ha llevado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento en homenaje a Miguel Ángel Blanco en el XX aniversario de su asesinato.
El primer edil quintanareño, Juan Carlos Navalón, explicaba que con este acto simbólico el Ayuntamiento se suma a los homenajes que se están llevando a cabo durante todo el mes de julio en Memoria del que fuera concejal en el municipio de Ermua y que murió a manos de ETA.
Navalón afirmaba que este acto, además, debía servir para recordar a todas las víctimas del terrorismo y esperaba que con el tiempo se tenga que dejar de homenajear a víctimas porque se haya alcanzado la paz que es el deseo de la ciudadanía.
Tras estas palabras, el alcalde dio lectura al manifiesto que ha elaborado la Fundación Miguel Ángel Blanco, a la que pertenece el propio Consistorio quintanareño. En el mismo se recordaba la conmoción que produjo en todo el país el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco allá por julio de 1997. “Aquellos días son parte de nuestra memoria colectiva como país y millones de españoles recordamos con detalle esas 48 horas como un clamor ciudadano de denuncia por el secuestro de un inocente, de exigencia de su liberación y de consternación por su asesinato a manos de ETA”.
El manifiesto subrayaba que ETA le arrebató la vida a un hombre joven “que defendía la Democracia y el derecho a sentirse vasco y español sin complejos”.
Se recordaba también como todo un país salió a la calle para mostrar su repulsa y pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco, viviendo pendiente de los medios de comunicación; peticiones a las que la banda terrorista hizo caso omiso, cumpliendo su amenaza y asesinando a Miguel Ángel.
Finalmente, el manifiesto hacía balance de estos 20 años en los que se ha logrado vencer policialmente a ETA gracias, en especial, al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a la conciencia social, al ejemplo de las víctimas, a la unidad política y a la colaboración internacional. No obstante, apuntaban, aún queda mucho por hacer. La lectura concluía con los aplausos de los presentes en el Salón de Plenos.